Entre montañas verdes, caminos veredales y una cultura campesina viva, Villanueva se perfila como el nuevo imperdible del turismo en Santander. Ubicado a solo 30 minutos de San Gil y ahora conectado con Medellín gracias a la nueva ruta aérea de Satena, este tranquilo pueblo ofrece naturaleza, gastronomía y hospitalidad auténtica para quienes buscan experiencias diferentes.
Desde miradores espectaculares hasta pozos naturales de aguas cristalinas, pasando por senderos coloniales, cuevas misteriosas y ríos que se funden en paisajes únicos, Villanueva lo tiene todo para amantes de la aventura o el descanso. Su cocina típica –con platos como el cabrito, la pepitoria y las hormigas culonas– es tan sabrosa como su gente amable y orgullosa de sus raíces.